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El pleno acuerda por unanimidad conceder a Juli Vilaplana el título de Hijo adoptivo de Salou

miércoles 28 octubre 2015

El empresario y político murió este verano mientras se tramitaba el expediente para distinguirlo

Esta noche, ha sido su familia, quien ha recogido con orgullo el diploma otorgado por la corporación municipal

Vilaplana pasará a formar parte de la historia de los ilustres del municipio y tiene un cuadro colgado en la sala del Rey Jaime I, en alcaldía

El pleno del Ayuntamiento de Salou ha acordado hoy por unanimidad en aplicación del Reglamento especial para la concesión de distinciones municipales reconocer Julio Vilaplana Verdú como "hijo adoptivo de Salou" a título póstumo. Así, coincidiendo en el marco de los actos de celebración de la 26ª edición de la fiesta de la segregación se ha celebrado un pleno con carácter extraordinario que ha reunido a su familia y amigos para ser partícipes de lo que significa este reconocimiento que otorga el plenario. De hecho, con este gesto se quiere "significa la máxima distinción hacia su labor y aportación en Salou durante toda su vida", señala el expediente que se ha instruido desde el Departamento de Cultura y que profundiza en tres aspectos básicos los méritos de este título; por un lado, en el apartado profesional y empresarial, pero también el político y en el ámbito social y asociativo.

El alcalde, Pere Granados, durante la sesión plenaria ha sido el encargado de leer el conjunto de méritos por los que se ha propuesto que la figura de Vilaplana pase a formar parte del conjunto de hijos adoptivos y también ha señalado que a pesar de que este expediente fue iniciado en vida de la persona objeto de esta distinción municipal, su desgraciada muerte el 31 de julio de este año, hace que el reconocimiento haya sido a título póstumo, y que a la vez sirva de homenaje a su figura: "como referente indiscutible del movimiento segregacionista, como empresario y comerciante ejemplar, y como colaborador altruista en iniciativas de la sociedad civil salouense y su tejido asociativo".

Todos los portavoces de los grupos municipales CiU, Ciudadanos, PSC, PP, ERC e Guanyem han hecho su particular explicación de voto en la que no han faltado palabras de recuerdo, de homenaje, de profundo respeto por la figura de Vilaplana y por recordar su carácter extrovertido, la aportación y sacrificio que hizo desde siempre por Salou, además de recordar su vertiente más empresarial o altruista, entre un largo etcétera de calificativos. Todos ellos, han explicado los motivos por los que se ha acordado que Juli Vilaplana haya sido merecedor de esta distinción, que a fecha de hoy en el municipio ostentan Manolo Albinyana, Padre Ramón Muntanyola y José Antonio Gallego.

Los motivos del nombramiento

En el expediente se detallan las raíces que convirtieron de manera incipiente la llegada de Julio Vilaplana con su familia en 1957 en Salou. "La familia Vilaplana, de gran tradición y vocación heladera, llega a Salou un día del mes de febrero de 1957, con la intención de abrir un establecimiento y encontrar en esta localidad una oportunidad donde poder desarrollar su trabajo. Desde entonces, su personalidad inquieta y observadora, su capacidad de iniciativa y su talante sociable y carismático, siempre preocupado por los retos colectivos, han multiplicado sus vínculos con la ciudad en múltiples dimensiones ".

Así, según se desprende del expediente, "desde mediados de los años 60 hasta la actualidad, Julio Vilaplana Verdú, junto con su esposa Amalia Montero y sus hijos Julio, Maite y Raquel, amplía y da un gran impulso el negocio familiar, abriendo nuevos establecimientos y una turronería artesanal. Las famosas y reconocidas heladerías "La Ibense" quedan estrechamente vinculadas a Salou ". En este sentido, destaca que "como empresa ejemplar y de reconocido prestigio por su producción artesanal, que pasa a formar parte destacada del tejido económico y comercial Salouense".

Como empresario fue distinguido con el diploma al Mérito Turístico otorgado por la Generalidad de Cataluña en 1986 y recibió el premio local al "Artesano número 1", concedido por la Discoteca Bye-Bye, 1985. También ocupó el cargo de presidente de la empresa Helados Alacant, desde 1982 hasta 2007, destacando por su capacidad innovadora y por la atención que siempre dispensó a los trabajadores.

En el ámbito político Juli Vilaplana destacó "como activista comprometido y hombre fuerte del ideario del movimiento segregacionista, estuvo desde el primer momento compartiendo la primera línea con un grupo de ciudadanos que reivindicaban un" Salou libre ", con la objetivo de alcanzar la autonomía municipal de Salou ". En este sentido, fue "socio fundador y miembro de la Junta de la Asociación de Ciudadanos Pro-Segregación de Salou, en el año 1980; entidad promotora del expediente; además de uno de los impulsores y dinamizadores de la recogida de firmas para apoyar la petición del expediente jurídico de llevar adelante el proceso de Segregación ". También, según el documento justificativo- "fue miembro fundador y vicepresidente de la Asociación de Amigos de la Segregación, 1987. Entidad que tomaría el relevo de la promotora del expediente, y también fue el dinamizador indiscutible del argumentario segregacionista en el ámbito social, político y mediático ". Pero en el expediente también se detallan otras actividades de Vilaplana en el ámbito político como "miembro fundador de la Coordinadora Pueblo de Salou, en noviembre de 1989, con el objetivo de defender los intereses y velar por el cumplimiento estricto de la sentencia del Tribunal Supremo de 30 de octubre de 1989, que ordenaba a la Generalitat la creación del nuevo municipio de Salou ". Vilaplana fue socio fundador y líder de la formación política independiente "Foro Salou" constituida en 1990, que agrupaba una parte de los históricos de la Segregación que no querían encuadrarse en los partidos políticos tradicionales, ante la proximidad de las primeras elecciones municipales de 1991. "Este compromiso con Salou y su futuro, que siempre demostró, se materializa encabezando la candidatura de coalición PSC-PSOE-Foro Salou, que concurrió a las primeras elecciones municipales salouenses en junio de 1991. Es elegido concejal de la primera Corporación electo de Salou, y nombrado consejero comarcal del Tarragonès por el Partido de los Socialistas de Cataluña; aunque en 1993 deja la política activa renunciando al acta de concejal para pasar a dedicarse más de lleno al negocio familiar ".

Ya en el ámbito social y asociativo y con el propósito de conmemorar y rendir recuerdo al movimiento segregacionista y al proceso de independencia municipal de Salou, impulsó y presidió la Asociación de Amigos del 30 de Octubre, desde el año 2006 hasta el 2015, relevante al también líder segregacionista Manel Albinyana. Sus pensamientos y su estimación para Salou los canalizó a través de artículos y narraciones literarias en publicaciones locales como el Faro de Salou y La Villa; habiendo publicado más de cien artículos de historias y crónicas referentes a Salou. También su vertiente artística la desarrolla en el grupo teatral UNAE de Tortosa, con el que actuó múltiples veces en Salou, siempre a favor de actos benéficos en beneficio de la asociación AFAS. Más adelante también formará parte de la compañía "Amigos del Botánico" con los que seguirá su pasión teatral. Hombre implicado con el asociacionismo salouense, fue miembro fundador de la Casa de Salou (asociación cívica y recreativa); socio y miembro de la junta de la Unión Deportiva Salou; miembro de la junta directiva y vicepresidente del Club Tenis Salou; miembro fundador del Club Rotary Salou en 1995 y presidente entre 2009 y 2010; y miembro de la Junta de la Asociación de Familiares y Amigos del Alzheimer.

Por su capacidad emprendedora y su implicación en el mundo del comercio y del turismo salouense, fue durante varias épocas miembro del Sindicato de Iniciativas y Turismo (SIT), y miembro del Patronato Municipal de Turismo de Salou.

La familia, emocionada

En una sala de sesiones plenarias llena a rebosar, de familiares, amigos, trabajadores y otras personalidades del municipio se han vivido momentos de emoción contenida. Tras la votación ha sonado un fuerte aplauso y todo el mundo se ha puesto de pie para recordar la figura de Vilaplana. Ha sido en nombre de la familia, su hijo Julio, el encargado de agradecer la distinción. Primero recogiendo un diploma de manos del alcalde Pere Granados, y posteriormente, leyendo el discurso que su padre antes de morir dejo listo para la ocasión. Un discurso cargado de recuerdos en positivo y de paisajes relacionados con Salou. Para finalizar el acto de reconocimiento, y una vez levantada la sesión, se han desplazado los presentes en la sala Jaume I del primer piso, a alcaldía, donde se ha destapado un cuadro con una fotografía de Vilaplana, donde permanecerá colgado en el junto a otros personajes ilustres del municipio.

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