Mil salouenses han celebrado hoy el 23 aniversario de la Segregación con una paella popular

 Salou recuerda hoy que ya hace 23 años que es un municipio independiente y de pleno derecho después de que el 30 de octubre de 1989 el Tribunal Supremo concediera la segregación y por lo tanto la independencia administrativa de Vila-seca. Este mediodía los concejales del Ayuntamiento, encabezados por el alcalde de Salou Pere Granados han servido una multitudinaria paella cerca de mil personas en el Parque de Manuel Albinyana donde también han estado presentes otras autoridades. El alcalde ha destacado que "la comida es una gran excusa para que los salouenses se reencuentren con la familia y amigos para celebrar al aire libre aquel 30 de octubre en que Salou dió un paso adelante definitivo como pueblo consiguiendo una plena autonomía municipal ". Alrededor de la paella se han congregado cerca de mil personas que han disfrutado por dos euros del arroz, además de pan, la bebida y el postre. La recaudación de esta comida -como es ya tradicional-  será solidaria e irá destinada a entidades de carácter benéfico del municipio.

Pero las actividades del día comenzaron con una ofrenda floral y un vermut popular en la calle Valencia organizado por la Asociación de Amigos del 30 de octubre a más de una actividad relacionada a la tradición catalana de comer panellets en la fiesta de Todos los Santos. Así, por parte del Club Xic 's se ha organizado una actividad para los niños que ha supuesto la confección del Panellot (el panellet más grande del mundo) con una masa que ha superado los 30 kilos y donde los muchos niños y niñas que han acudido esta mañana a la plaza del Carrilet han podido cocinar activamente. El panellot de este año ha superado en más de 5 kilos el que ya se cocinó el año pasado. Esta tarde se servirá el panellot junto con una chocolatada para los niños. Si bien, el promotor del acto es la Concejalía de Infancia del Ayuntamiento de Salou, otras entidades de carácter privado que no han querido perder la oportunidad de colaborar en un divertido reto que fomenta la tradición gastronómica catalana entre los más pequeños a la hora de trabajar una base con almendra rallada, azúcar, y otros ingredientes naturales.